Rendirse es someterse
al dominio o voluntad de alguien o algo, dejando de oponer resistencia. Fatigarse
mucho o quedarse sin fuerzas. Estas son definiciones que nos permiten entender claramente el concepto
del que hablaremos hoy.
El termino tocar fondo podría asociarse al estado que
se alcanza cuando no podemos más, cuando no tenemos el modo de avanzar, o
cuando la situación nos parece imposible de enfrentar. La humanidad está llena
de personas que a diario tienen que enfrentar esta realidad. Y muchos de nosotros
en determinada circunstancia ha tenido que pasar por esta triste realidad.
El desánimo, la falta de fe y la desesperanza,
producen un estado de impotencia que neutraliza todo intento de romper estos pensamientos dañinos. No podemos quedarnos postrados ante ninguna situación que pudieramos estar enfrentando. Todo esto tiene solución, no es el fin; esta es la
buena noticia que te tengo.
Nota qué importancia tiene para tu vida entender que
estás diseñado para soportar todas las adversidades. Tenemos un diseño para
andar en todo tipo de terreno porque en los puntos de debilidad, necesitamos
hacernos fuertes. Sino, mira lo que dice 2ªCorintios 4:9B: “derribados, pero no
destruidos”. Si puedes entender lo que lees, entonces te darás cuenta
de que las caídas son parte del proceso que tenemos que experimentar para
alcanzar la madurez, y la templanza necesarias en la formación de nuestro
carácter.
El oro para ser refinado tiene que ser probado. No pienses
que escaparas de los crisoles de la vida, es necesario que te enfrentes a todo
tipo de situaciones, ya que la experiencia que vas acumulando forma en ti un
muro de contención que te permitirá resistir como las palmeras todo tipo de
embate que te pueda sobrevenir.
No pienses en rendirte, toma ánimo, renueva tus
fuerzas; dile a tu alma, a tu mente y a tu espíritu: Si yo he vencido en peores
circunstancias y en condiciones mucho más adversas que esta, también podré
alzarme con la victoria una vez más”.
Renueva tu entendimiento, mira más allá de la
tempestad que puedes estar atravesando y piensa que después de la tormenta,
viene la calma. Experimenta la paz que se siente cuando vez la solución antes
de que llegue, y vives la satisfacción de sentir que lo has logrado, aunque no
hayas visto el final.
“Tienes que avanzar, el rendirse es para cobardes y tú
no lo eres”
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