Para iniciar un proyecto
de negocio debemos de considera algunos aspectos básicos del mismo. Tiempo y
dinero son elementos fundamentales, ya que esto requerirá de tiempo, dinero y esfuerzo.
Sin embargo, puesto en marcha el proyecto empresarial; nos adentramos a una
segunda etapa en la que dos factores importantes estarán pautando todo lo que
hagamos. Me refiero a la constancia y a la estabilidad, las cuales tienen un
gran peso para nuestro proyecto. Consiste en una etapa en la que esperamos
comenzar a obtener beneficios aceptables, que nos sirvan al menos para suplir
parte de los gastos que supuso la inversión inicial.
Para esto es necesario
tener en cuenta diversos aspectos, que abarcan la situación actual y una hipotética
situación con relación al futuro. En esta etapa es necesario ser riguroso y
tratar temas organizativos y logísticos como hacer el organigrama de una
empresa comercial. De lo contrario, nuestro negocio aumentará los riesgos de
verse obligado a fracasar.
Una vez creada la empresa,
nos veremos enfrentados a innumerables puntos de dificultad. Para esta realidad
empresarial, existe una serie de líneas en las que debemos concentrar nuestra
atención, evitando una mala evolución de nuestro proyecto.
Debemos establecer
objetivos a mediano y largo plazo. Este aspecto es determinante, pues es
necesario saber en todo momento que dirección estamos tomando y por medio de
cuales decisiones. Por eso la base de nuestro negocio es tener bien claro los
objetivos. Esto no nos obliga a que no seamos flexibles, es todo lo contrario.
Por eso, tenemos que visualizar las diferentes vías para poder conseguirlos.
Nuestra organización
tiene que ser clara y sólida. Cuando creamos una empresa, siempre es necesario
que intervengan varios participantes, para que con el tiempo la familia
empresarial crezca. Por esta razón es necesaria una buena organización y un
manejo total de todos los aspectos fundamentales. Por eso, es necesario usar
organigramas y aplicaciones modernas, sobre todo las que son diseñadas con estos
fines.
Línea roja, es una manera
de apelar al marco de acción en el que nos queremos movernos. Pueden elaborarse
por medio de estatutos o simplemente por medio de normas que implican tanto a
los trabajadores como a las decisiones que tomemos dentro de la empresa. Pueden
tratarse cuestiones que abarcan desde las contrataciones hasta los tipos de
inversiones.
Iniciar una actividad
empresarial no es cosa sencilla, ni tampoco el asesoramiento por parte de los
técnicos de empleo, por este motivo este primer ciclo sobre sensibilización al emprendimiento
y plan de negocio es una ventana al Emprendimiento que se complementará con
formaciones técnicas posteriores y otras actividades sobre emprendimiento
dirigidas básicamente a los nuevos y experimentados emprendedores.
A partir de este punto
inicial comienza un proceso en el cual las personas emprendedoras deberían
estudiar todo un conjunto de elementos o factores. Estos factores son tanto
externos (competencia, demanda, etc.) como internos (capital inicial capacidad
personal, etc.).
Es un reto para todos
aquellos que decidan embarcarse en emprender un nuevo proyecto empresarial, puesto
que lo primero es la asesoría profesional en esta área.
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