https://www.google.com/webmasters/tools/home?hl=es Conquistadores Victoriosos: En Medio de la Tribulación ¿En Quién Esperamos?

En Medio de la Tribulación ¿En Quién Esperamos?


El Salmo 40:1-2 nos dice: “Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.

El salmista se refiere a una situación de peligro para su vida, sin especificar si se trata de una enfermedad grave o de un accidente mortal. Él se considera que está en la tumba o en una horrible olla, que describe como un charco fangoso o una cisterna en la que se echaban a los prisioneros. La situación parecía desesperada, pero intervino la mano protectora de Dios, al punto de que su vida cambió totalmente, y pasó de peligro a máxima autoridad, pues Jehová afirmó sus pies sobre roca, afianzando sus pasos.

Refleja la situación de un náufrago que, después de nadar, encuentra la salvadora e inconmovible roca, o el perseguido por los enemigos que al fin llega una montaña rocosa, donde los domina desde su posición inaccesible. El salmista se siente, ya que sus pies no resbalan en el suelo fangoso, sino que sus pasos se afianzan, caminando por una superficie firme como las rocas.

Esto es para que puedas entender que en estos momentos donde estamos amenazados por la peor pandemia que ha enfrentado el mundo, el coronavirus, puedas entender que Dios se acerca a todos aquellos que le buscan. Se acerca para decirles Yo estoy contigo, Yo Soy tu guardador. Él escucha el corazón de los humildes. Por eso nos dice en Mateo 7:7 “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá”.

Dios da órdenes a sus ángeles para que vayan a defender a los herederos de la esperanza. Cuando nos sentimos en el pozo de la desesperación, si nos acercamos a Dios tendremos esperanza de ser rescatados del peligro. En estos momentos de crisis general, sólo podemos experimentar la paz, si estamos afirmados en Dios. Él es nuestro pronto auxilio en la tribulación.

Finalmente, el salmista hace un reconocimiento cuando dice: “Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza (Salmo 40: 4ª). Espero que tu confianza en estos momentos de crisis también esté en Jehová.

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