1ª Corintios 2:6-8
Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y
sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen.
Más hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual Dios
predestinó antes de los siglos para nuestra gloria, la que ninguno de los
príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían
crucificado al Señor de gloria.
Conceptos
Básicos
Aquí el apóstol Pablo
explica el concepto básico en el cual expresa, que la sabiduría de Dios está
oculta para el hombre natural. Esto lo vemos claramente en la crucifixión de
Cristo, donde la ignorancia jugó el papel más importante. ¿Por qué el apóstol
Pablo dice esto? Porque si ellos hubieran sabido que el Señor de gloria era el
Hijo de Dios, no lo hubieran crucificado. Pero, era necesario que fuera así,
sino no se habría cumplido el propósito de Dios en la vida de Jesús. Vemos
claramente, la revelación por el Espíritu de Dios.
No pudieron ver esta
verdad revelada, porque el Hijo de Dios fue encubierto por la carne y parecía
un hombre normal. La sabiduría humana no pudo apreciar ni diferenciar el haber
nacido en un establo y no en un palacio. Vemos que el mismo Jesús les hablaba
en parábolas para que no entendieran, y sólo aquellos que lo amaban podían
conocer las verdades expresadas por Él.
Condición
para Recibir Revelación
Hay una característica muy particular que no permite ver, que esta revelación no la podemos percibir con los sentidos naturales, sino por el Espíritu de Dios quien revela las riquezas de Su gloria a Sus santos. En Efesios 1:17-19 y 3:19, el apóstol Pablo
ruega al Padre para que podamos recibir el Espíritu de revelación, el cual nos
permitirá conocer el Espíritu de Cristo que sobrepasa todo conocimiento.
Para que el hombre
pudiera conocer a Dios, Él tuvo que darnos Su Espíritu; esta es la única y
verdadera razón. La respuesta a todo esto la encontramos en el libro de Juan
16:13 que dice: “Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir”.
Los humanos en lo
natural, se conocen los unos a los otros porque todos tienen un espíritu
natural, y no solamente eso, sino también, sentimientos, deseos, anhelos y
necesidades comunes. Pero a través de Su Palabra, Dios expone Su Propio
corazón. Y estando nuestro corazón expuesto a la Palabra, entonces podemos ver
qué hay dentro de nosotros. Este es el resultado de la revelación por medio del
Espíritu de Dios.
Clave
que Ilumina el Entendimiento
Finalmente, podemos
entender que cuando la Espada de Su Palabra nos atraviesa, estamos en capacidad
para poder conocer a otros en la medida en que la espada ha penetrado nuestro
ser (Lc.2:35). Por eso, Pablo pudo enseñarle las cosas que él había recibido
por el Espíritu de revelación. Si quieres una verdadera revelación por el
Espíritu anda conforme a ese Espíritu, y vive conforme a Su voluntad.
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