Dice Daniel 6:15-16
“Pero aquellos hombres rodearon al rey y le dijeron: Sepas, oh rey, que es ley
de Media y de Persia que ningún edicto u ordenanza que el rey confirme puede
ser abrogado. Entonces el rey mandó, y trajeron a Daniel, y le echaron en el
foso de los leones. Y el rey dijo a Daniel: El Dios tuyo, a quien tú
continuamente sirves, él te libre”.
En el libro de Daniel
leemos un evento extraordinario que mucha gente lo conoce por su notoriedad.
Esta no es solo una alegoría, sino que la Biblia narra un acontecimiento que
tuvo lugar en un momento de la historia cuando el pueblo de Israel fue llevado
cautivo a Babilonia.
En verso 5 de Daniel 6 se
está orquestando un plan para matar a Daniel acusándolo de haber violado un
edicto que fue publicado, en el cual se prohibía la adoración a otro dios que
no fuera el rey. Todos los gobernadores del reino, magistrados, sátrapas,
príncipes y capitanes acordaron promulgar un edicto real firmado por el rey Darío,
confirmando esta prohibición por treinta días. Pero su propósito era librarse
de Daniel.
Hay que mencionar que Daniel
gozaba del aprecio del rey, situación que había producido envidia y celos entre
los demás servidores mencionados anteriormente y quienes fueron los autores
materiales del plan macabro para destruir no solo la vida de Daniel, sino también
su reputación.
Pero hay ciertos
principios de liberación que son revelados aquí. Debemos ser inocentes y no
buscar herir a nadie; y sobre todo se requiere tener mucha fe en Dios. Por esto
Hebreos 11:33 nos dice: “Que por fe conquistaron reinos, hicieron justicia,
alcanzaron promesas, taparon boca de leones”. Esto explica que ninguno de los
que vivieron esta experiencia intentaron defenderse, sino que dejaron su
defensa en las manos de Dios.
“Si nuestra meta
en la vida es conocer a Cristo y tener comunión con Él, entonces también
debemos entrar en la comunión con Sus sufrimientos”.
Cuando tú y yo
enfrentemos situaciones difíciles, aprenderemos y conoceremos algo del corazón
de Dios; este conocimiento de Él no se puede obtener por ningún medio. Este
fluye de la Palabra de Dios, y no debe parecernos extraño cuando enfrentemos
situaciones difíciles.
Daniel tuvo que tener fe
para que el ángel permaneciese en el foso y siguiese manteniendo cerradas las
bocas de los leones. Había un ángel presente pero el ángel estaba allí por la
fe de Dios en Daniel.
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