“Tengan por sumo
gozo, hermanos míos, cuando se hallen en diversas pruebas”, Santiago 1:2.
Cuando la humanidad está
sufriendo por el dolor de la muerte, al leer este verso a muchos le resultaría
chocante. Es como si Santiago nos estuviera diciendo, “Si estás sufriendo, sé
feliz”. Frente a este panorama donde el dolor está al acecho, nos llama la
atención las Palabras de parte de Dios que encontramos en el libro de Santiago.
Nadie quiere pasar por un
proceso donde la aflicción puede esta presente. Porque cuando pensamos en
diferentes situaciones de dificultad en nuestras vidas, nos llenamos de mucho
temor, y si estuviera en nuestras manos el poder evitarlas, lo haríamos sin pensar
dos veces.
Pero, estamos convencidos
de que vivimos en un mundo donde el pecado nos ha afectado absolutamente a
todos. Por eso, muchos están influenciados y afectados por causa del pecado. El
pecado ha afectado no solo a un grupo, sino y toda la humanidad, y este ha
producido un inmenso dolor que transforma todas las cosas produciendo
enfermedad, decepciones, anhelos insatisfechos y otras situaciones que en
cierto sentido nos roban la paz.
Por esta razón, vemos
claramente que el mundo no tiene el entendimiento claro de lo que significa el
razonamiento que Santiago expone de parte de Dios. Él no nos esta diciendo que
deseemos las pruebas o las dificultades. No nos está diciendo que no debe
dolernos, o que debemos de disfrutar las aflicciones y el dolor por una crisis
producida por el Coronavirus.
Gálatas 5:22 nos enseña
que el gozo es un fruto del Espíritu y, por lo tanto, es algo que solo Dios
puede producir en nosotros. Pero este fruto solo es producido en nosotros al
alimentar nuestro Espíritu y no nuestra carne, y la mejor forma de hacerlo es
yendo a Su Palabra, conociendo a Cristo y Su hermosura a través de ella, y
finalmente, respondiendo a ella.
“Cuando mis ojos
están puestos en Dios y su obra en nosotros, aun en medio de la tormenta más
grande, podemos tener gozo”.
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